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El regreso de KC Rivers al Real Madrid ya es una realidad. Durante este martes el club blanco ha confirmado la incorporación del perimetral estadounidense, en lo que significa un refuerzo de garantía y calidad para potenciar aún más a un equipo que está teniendo un fuerte incremento en su rendimiento en las últimas semanas.

Rivers era un anhelo muy deseado para el Madrid, por haber sido una pieza fundamental en la estructura de la temporada pasada (clave en las dos grandes competiciones, la Liga ACB y la Euro), por su gran capacidad goleadora, por la variante que le otorga al equipo con su tiro de tres puntos, por su vocación defensiva y por la posibilidad de cubrir dos puestos importantes como el de escolta y el de alero.

La llegada de Rivers se hizo mucho más necesaria cuando la rotación exterior del Madrid se vio reducida por las lesiones de Rudy Fernández (ya operado de sus problemas de la espalda y en proceso de recuperación) y Andrés Nocioni (cerca de volver a las canchas tras su esguince en el hombro).

River tiene pasaporte extracomunitario al igual que Ayón y Thompkins, en la ACB podría entrar dentro de la rotación pero dentro de la Euroliga tendrá más libertades. Lo más importante es que el plantel del Madrid tendrá una mayor profundidad, con 14 jugadores dentro del plantel profesional y con posibilidades de estirar ese número en breve (en el caso de que el club finalmente decida fichar a Augusto Lima, compañero de Facundo Campazzo en el Murcia).

El norteamericano llegó al equipo blanco en la 2014/15, había chances de renovar su vínculo para esta temporada pero el tema de su pasaporte disminuyó sus chances y prácticamente forzó su salida. No obstante el deseo de volver a unirse siguió latente, tanto desde el club como desde el jugador. Ahora que finalizó su contrato con el Bayern Munich, las piezas se acomodaron para que ambos caminos vuelvan a juntarse.