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Los Cavaliers parecían listos para descontar en la final de la NBA, pero su muy buen arranque se terminó quedando corto y Golden State sumó su tercera victoria consecutiva, esta vez por 110-102, para quedar al borde de la barrida y de su tercer título en cuatro años. El cuarto punto se disputará este viernes, nuevamente en el Quicken Loans Arena.

Los Cavs salieron con otra actitud a disputar el partido, mostrándose mucho más activos y agresivos que su rival, además de disfrutar de una muy interesante eficacia desde el perímetro. Los de Lue llegaron a tener ventaja de 13 en el primer cuarto y la repitieron en el segundo, aunque su superioridad no se terminó de ver reflejada al momento de llegar al entretiempo: la visita tuvo un buen sprint final y cerró a solo (58-52).

Cleveland perdonó a Golden State y lo terminó pagando demasiado caro. Los de Kerr tuvieron su ya clásico excelente tercer cuarto (31-23) y luego de repartirse la delantera durante los primeros minutos del cuarto parcial, acabaron dando el zarpazo con un Durant imparable y que se encargó de compensar las malas noches de Curry  (11 puntos, 3-16 de cancha) y Thompson (10 puntos, 4-11 de cancha).

El MVP de las últimas finales sumó 43 puntos, 13 rebotes y 7 asistencias, lanzando 9-14 en dobles, 6-9 en triples y 7-7 en libres. Una actuación sensacional y que vuelve a ponerlo en la carrera por el más valioso de esta serie. Por el lado del dueño de casa, no fueron suficientes los 33 puntos, 11 asistencias y 10 rebotes de LeBron James, ni los 20 puntos y 13 tableros de Kevin Love.