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No todas son buenas noticias en relación a los Lakers. A finales de junio, Shams Charania había sorprendido a propios y extraños al revelar que Lonzo Ball había sufrido un desgarro de menisco en su rodilla izquierda. Luego, desde los despachos de los Lakers revelaron que creían que su entorno había filtrado la información para evitar que el base fuera traspasado. En definitiva, lo más importante hoy en día es que la lesión efectivamente existe y que en el staff médico de los Lakers están definiendo los pasos a seguir.

Rob Pelinka, General Manager de los Lakers, confirmó que hay varias opciones de procedimientos, entre las cuales ingresa la posibilidad de una operación para reparar lo que se haya dañado. No obstante, sea cual sea la forma de tratar a Lonzo, el base podría llegar en condiciones para el comienzo de la temporada, según le dijo Pelinka a Ohm Youngmisuk, periodista de ESPN.

La temporada inicial del exUCLA fue un poco traumática justamente por las lesiones: solo jugó 52 partidos y promedió 10.2 puntos, junto con 7.2 asistencias y 34.2 minutos. Ánte la incertidumbre a futuro, en la 2018/19 habrá un jugador de jerarquía en su puesto: ni más ni menos que Rajon Rondo.