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Primero hubo un recambio en la cúpula dirigencial de los Lakers. Llegaron Magic Johnson (Presidente de Operaciones) y Rob Pelinka (manager), ocuparon el lugar de Mitch Kupchak y de Jim Buss. Por ese fue solo el comienzo, porque ahora empiezan a realizar manejos dentro del plantel. 

Primero, en la mercado que finalizó hace poco, Lou Williams fue quien se marchó de la franquicia angelina, por quien llegó Core Brewer. Actualmente no hay desvinculaciones, pero sí cambios en la rotación y dos pesos pesados dentro de la plantilla han quedado ampliamente relegados.

Loul Deng y Timofey Mozgov verán lo que resta de la temporada regular desde la banca, según fue confirmado por la dirigencia, pero es algo que ya venía pasando en los últimos juegos. El británico, que tiene 31 años y un contrato de 72 millones de dólares por cuatro temporadas, ya se había quedado sin jugar los últimos siete juegos. En tanto, la torre rusa de 31 años y un contrato de 64 millones por cuatro temporadas, no participó en 12 de los 14 partidos más recientes de los Lakers.

Entre estos dos jugadores, contratados precipitadamente por la administración anterior (Kupchak-Buss), la franquicia deberá pagar 112 millones al final de la temporada y 136 de manera garantizada hasta 2020. Está claro que en el siguiente mercado serán piezas intercambiables para unos Lakers que están en pleno proceso reconstrucitvo.

En ese orden, los últimos juegos de esta temporada, mala como se esperaba, serán disputados por los proyectos jóvenes con los que cuenta el equipo de Luke Walton. Entre ellos, Brandon Ingram, Ivica Zubac y David Nwaba son los que empezarán a ganar terreno y tendrán la posibilidad de demostrar en estos partidos si tienen lo necesario para formar parte de este nuevo paradigma de los Los Angeles Lakers.