Australia

De la mística de Hindú a la excelencia de Newington: la historia de Mariano Cerutti

06:01 19/10/2017 | Conocemos en profundidad a Mariano Cerutti, argentino y actual entrenador en uno de los centros formativos más importantes de Australia.

Cerutti durante los campus en Hong Kong

"Me formé en Hindú Club y tras trabajar 12 años en Argentina fui a Ecuador, donde dirigí la Liga Nacional con 28 años", así se presenta Mariano Cerutti, protagonista de esta nota y uno de los dos entrenadores argentinos (el otro es Nicolás Loureiro) que están trabajando actualmente en el prestigioso básquet australiano, en ambos casos, con chicos en edades de formativas. "Además de viajar, mirar entrenamientos en Europa y estar un mes y medio junto a Moncho López en Portugal, trabajé en Hong Kong, haciendo campus para Nike. Actualmete estoy en Australia donde dirigí un equipo de División 1 y ahora trabajo en uno de los mejores programas de desarrollo en Sidney".

La carrera de Cerutti puede haber comenzado con caminos diferentes a la de otros entrenadores de élite en nuestro país, pero no por eso deja de ser una historia digna de conocer y que promete tener capítulos interesantes a futuro. En sus espaldas, el cordobés ya tiene la experiencia de haber trabajado en dos focos tan distintos como destacados (Hindú Club y Newington College), además de un buen paso en la liga profesional de Ecuador, poniendo en el mapa de la competencia al HR Portoviejo, hoy campeón doméstico y por jugar la Liga Sudamericana. En su currículum de entrenador con licencia FIBA, Cerutti también cuenta con un campeonato con la selección provincial de Mababi en Ecuador y el haber trabajado para seis ediciones del campus de Leandro Palladino en Argentina. 

Un campo de posibilidadesActualmente, y luego de pasar un año como entrenador en jefe de un equipo de la División 1 de Australia, Cerutti ha llegado al importante Newington College, donde el deporte y el estudio van de la mano, con todas las herramientas que uno podría esperar de un equipo profesional de élite y comandado por un maestro del básquet australiano: Rex Nottage. "Trabajó como asistente técnico en los Indiana Pacers y en la Universidad de North Carolina. Fue técnico principal en equipos de Europa, como en la liga griega y es el entrenador de este programa desde hace 15 años. Se consagró campeón en la competencia mas importante de la categoría en Australia en 12 de los últimos 15 campeonatos", nos cuenta el argentino.

"Newington College es un programa donde están involucrados 750 chicos. Todos los alumnos del colegio pueden jugar al básquet. Trabajan más de 20 entrenadores en el cuerpo técnico y la pretemporada se hace todos los años en Estados Unidos, durante 21 días. Los chicos de mayor potencial después van a jugar a universidades estadounidenses. El colegio tiene más de una décena de canchas de básquet, piso de parquet flotante, aros de acrílico, gimnasio y pileta climatizada. Cuenta con un programa de becas para los pibes de mucha proyección tanto de Australia como de otros pais. Se compite con el resto de colegios privados de Sidney y de todo Australia. Se hace una competencia primero local y después entre todos los colegios a nivel nacional".

"Algunos chicos están internados y viven aquí. Tienen una hora de entrenamiento antes del colegio todo los dias por la mañana, después van a las clases y a la vuelta tienen tres horas más de entrenamiento. sesiones de gimnasio y sesiones de video dependiendo los días. Está todo registrado: videos, scouting, información. Se maneja un programa de alto nivel estadistico y scouting al que los jugadores tienen acceso. También se le da importancia al estudio, porque la nota que tengan en el colegio tiene relación directa con la chance de entrar a una universidad en Estados Unidos. Entonces sí o sí están obligados a tener la nota más alta posible. Cuanto más alta la nota, mejor la universidad a la que pueden ingresar".

"En particular, mi función pasa por trabajar el desarrollo de los fundamentos individuales, en el turno de la mañana. Y en las tres horas de la tarde como asistente del entrenador principal. A veces tengo la responsabilidad de asumir diferentes drilles. He tenido la suerte de estar en las finales nacionales y somos los campeones de New South Wales, por lo que por ya cuento con un  título en este paso por Australia. Tengo una relación directa con el scouting, tratar de mejorar toda la parte estratégica y la filosofía del equipo. Es mi responsabilidad pasar reportes de cómo pueden mejorar los jugadores. Y en los partidos pasar la mayor información posible en cuanto a lo que veo y analizo en el momento".

Y dentro de ese trabajo de scouting, las herramientas que maneja Cerutti son interminables. El colegio, por ejemplo, lleva un archivo de video de cada lanzamiento que toman sus jugadores, catalogado según el tipo de disparo. De esta forma, si el cordobés pretende repasar todos los triples que tomó un determinado jugador en la temporada, puede observarlos de manera contínua, sin tener que perder tiempo en la edición.

Presión y decisionesRespetando su función de desarrollo, Newington tiene valores definidos y una filosofía muy clara, tanto para el día a día de los internados, como para lo estrictamente basquetbolístico. Con Rex Nottage como guía y lider del proyecto, todo lo que el colegio hace tiene un solo objetivo: apostar al mediano y largo plazo, aún cuando esas opciones pueden presentar sus obstáculos en el presente.

"La escuela ya baja un lineamiento de trabajo y una filosofia, que comparto al 100%. Básicamente la filosofía se basa en dos partes. Primero la formación de los valores. Se hace mucho hincapié en el respeto, en la educación, en los hábitos deportivos, en la responsabilidad, la puntualidad. Somos muy estrictos en ese sentido. Y obviamente el colegio tiene una filosofía de básquet marcada: jugar sin posiciones definidas. Desarrollamos a los jugadores para que todos jueguen en todos los puestos. Tenemos un solo sistema ofensivo que es motion y a partir de ahí aparecen las variantes. Buscamos mover el balón, ocupar espacios, ser dinámicos. Hacer un solo juego que tenga relación entre la transición y el ataque fijo. Tratamos de no parar la bola, sino que todo tenga una sola dinámica. Aunque en Australia hay mucha influencia de la NBA, nosotros jugamos un básquet muy FIBA".

"Defensivamente el colegio nunca defiende zona, solamente hombre a hombre. La defensa zonal solo la usamos para presionar. Esto es porque creemos que favorece al desarrollo del fundamento individual defensivo. Después si los chicos tienen que defender zona en un equipo profesional, ya tienen que hacer menos cosas. Pero el chico ya pasó por toda la batería que necesita por defender individual. Aunque a veces pensamos que para ganar un partido sería más sencillo irnos a una zona, nunca lo hacemos porque sabemos que estamos en un proceso de desarrollo y no al frente de un equipo profesional que depende de un resultado deportivo. Tenemos el respaldo para poder trabajar".

Como bien sabemos, la historia en Argentina es muy diferente. La presión es completamente distinta, sacando contadas excepciones no hay respaldos fuertes a un proyecto a largo plazo y el resultado tiene un protagonismo mucho más importante del que debería en categorías formativas. ¿Cuál es la consecuencia de esto? Los entrenadores se ven obligados a tomar decisiones pensando en el corto plazo: poner al que juega mejor en este momento, defender con lo que va a servir para ganar ahora.

"En Argentina hay mucha presión en cuanto a los resultados. Trabajé en clubes donde la presión es constante. Lamentablemente son pocos los que pueden respetar un proceso. Se habla de proyectos pero en realidad no existen. Cometemos el error de no darle el espacio al pibe para que se equivoque. Ponemos un jugador que actualmente es más competitivo que otro con más proyección, por la necesidad de ganar a los 15 o 16 años. Quemamos etapas. Los escalones se suben de a uno, no de a cinco. En el 80% de los casos de los clubes de divisiones formativas en Argentina, está la presión de ganar y eso te lleva a que un pibe que necesita tiempo y espacio para equivocarse y desarrollarse, no tenga el lugar, aunque tenga mucha más proyección que el que ocupa su puesto” analiza Cerutti.

Mística y trabajo. Como contraste del ultra profesionalismo que vive en Newington, los inicios de Cerutti tienen un origen en un club 100% de barrio y con una mística difícil de igualar: el Hindú cordobés, cuna de cracks del pasado, presente y futuro de nuestro básquet. "A los 15 años yo ya estaba en Hindú, es el club de mi barrio, está a 100 metros de la casa de mi madre. Llegué cuando el entrenador principal era Gustavo Miravet. Yo era profe del Mini Básquet donde trabajaba con Moly Brollo, pero estaba en todos los entrenamientos con el Zurdo y el Pocho Caro. En ese momento había jugadores como el Penka Aguirre, Diego Alba, Mariano García, Gaston Sieiro, Germán Bernhardt, Facundo Ortega. Después seguí mi carrera en el interior de la provincia de Córdoba durante siete años y regresé al club. Al volver a Hindú en 2013, ya estaban los hermanos Santiago y Juan Pablo Vaulet, Javier Sáiz, Gastón Whelan, Matías Gómez que está jugando TNA y Joaquín Lallana. Ahí ya tenía más responsabilidades: era el entrenador del U15 y U17 en el segundo equipo y el asistente de Juan Pablo Caro en todas las categorías de U15 a primera".

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"Dentro de ese grupo, el que tenía mucha proyección era Juan Pablo Vaulet, pero cuando fue Draft NBA... no sé, fue increíble. Juan Pablo no tiene límites, solo los que él se quiera poner. Tiene todo para jugar en el puesto de 1, de 2, de 3, de 4. Además tiene respeto, constancia, sencillez, humildad, compromiso con el trabajo. Y también su hermano Santiago. Javier Saiz es una maquina de trabajar. Es muy profesional. Pero lo mismo... el hecho de verlo a este nivel, no sé si te lo esperás cuando tienen 17 o 18 años. Te das cuenta que tienen proyección, pero no sabés si va a estar en el quinteto titular de la selección. El que realmente siempre veíamos con mucha proyección era Gastón Welan. A él lo tuvimos con Moly Brollo desde el Mini Básquet, porque siempre jugó en Hindú. Y con Moly decíamos, Gastón tiene otra cabeza. La capacidad de lectura de juego que tiene... es extremadamente inteligente".

¿Cómo logra este pequeño gigante sobresalir en ese escenario de presión y competencia feroz? Tras vivirlo desde adentro, Cerutti lo explica. "Hindú tiene una mística que no se la puede explicar, se siente. Es un club al que entrás, tiene una cancha de básquet y terminó el club. Esa mística esta ahi. Ahora hay como un imán, todos quieren ir ahí. En su momento era Atenas. Ahora todos quieren ir a Hindú. Obviamente que hay mucho trabajo. Juan Pablo Caro hace un trabajo fuerte, fino. La competencia de Córdoba es una de las mejores en el mundo. Córdoba tiene 20 clubes con equipos de mosquito a primera división en la A y otros 20 en la B. La competencia empieza en febrero y termina en diciembre. Los pibes juegan una cantidad de partidos que no se juegan en otra parte del mundo. Pero básicamente en Hindú hay trabajo, historia, mística y una filosofía que Juan Pablo la mantiene hace años y da resultados".

Cerutti conoció lo que el sentimiento, la mística y la historia pueden conseguir. Pero también las oportunidades que brindan el profesionalismo absoluto, la tranquilidad del largo plazo y las herramientas tecnológicas. Cada uno con sus virtudes, defectos y el trabajo como factor común, tanto Argentina como Australia se las han arreglado para sacar y seguir sacando jugadores de nivel internacional, que en muchos casos, terminan siendo un reflejo de sus procesos de formación. Y sin importar cuán cerca o lejos esté de su hogar, el entrenador cordobés sigue fortaleciendo una carrera incipiente, con un hilo conductor: la formación y su pasión por el básquet.

 

Juan Estévez / [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @JuanEstevez90
 

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