NBA 2019/20

Cómo fue la temporada en la que Ginóbili estuvo a punto de irse de Spurs

09:31 07/02/2020 | En la pretemporada de 2004 recibió una oferta de Nuggets. La rechazó y se quedó en San Antonio. ¿Qué hubiera pasado si la aceptaba?

Ginóbili en la cancha (Foto: NBA)

En la vida todos tienen un: "¿Qué hubiera pasado si...?", y el básquet no está exento. Equipos que se equivocaron en el draft, jugadores que apostaron por la franquicia equivocada, un tiro errado que perdió el campeonato y muchas otras situaciones afectan la mente de todos aquellos que practican esta disciplina de alto rendimiento. Uno de esos episodios ocurrió en San Antonio Spurs, cuando Emanuel Ginóbili estuvo a punto de dejar la franquicia para fichar con Denver Nuggets.

¿San Antonio hubiera conseguido dos anillos más si el argentino dejaba el equipo? ¿Tim Duncan y Tony Parker lo hubieran logrado solos? Jamás lo sabremos. Pero lo que sí fue cierto es que el escolta se encontró en una disyuntiva durante la pretemporada de 2004, cuando Denver Nuggets empezó a tantearlo y a buscar la forma de hacerse con sus servicios. El zurdo no era la típica estrella NBA y la campaña anterior había tenido unos promedios normales de 12.8 puntos, 4.5 rebotes y 3.8 asistencias. Pese a ello, todos sabían que el aporte de Manu iba mucho más allá de las estadísticas.

Así lo entendían los Nuggets, quienes querían contratar al argentino para que los pueda llevar al siguiente nivel. Tenían un excelente grupo con Carmelo Anthony, Nené Hilario, Andre Miller y compañía, pero precisaban de alguien que pudiera aportar organización, explosión y control, y Ginóbili, con apenas 26 años y en el pico de su carrera, era la opción ideal para batallar en playoffs. 

Por otro lado, Los de San Antonio venían consolidándose como uno de los conjuntos más sólidos de la liga y en la 2003/04 habían caído en la segunda ronda de playoffs ante Los Angeles Lakers (4-2 en el global), por lo que estaban sedientos de revancha y gloria. Los de Kobe Bryant los habían matado en el quinto punto de la serie con aquel mítico triple de Derek Fisher y nunca más pudieron recuperarse.

Ginóbili, entonces, se encontraba ante el soliloquio de Hamlet: "Sufrir los tiros penetrantes de la fortuna injusta, u oponer los brazos a este torrente de calamidades, y darlas fin con atrevida resistencia". El argentino eligió lo segundo y rechazó la oferta de los de Colorado para quedarse a luchar con los suyos en busca de aquel campeonato que les había sido esquivo en la campaña anterior. 

La historia le dio la razón y el tiempo avaló su decisión. La temporada siguiente, San Antonio Spurs derrotó a Detroit Pistons y se consagró campeón de la NBA. Manu Ginóbili no sólo estuvo a la altura, sino que fue el segundo máximo anotador de las finales (18.7 puntos) y su rendimiento fue tan sublime que algunos hasta se animaron a postularlo como MVP de la serie, pero el premio finalmente terminó quedando en las manos de Tim Duncan. 

El argentino nunca más se fue de Texas y los de Popovich lo retribuyeron con gloria y esplendor. Ganaron dos títulos más y le demostraron a la liga que los mejores no siempre son los titulares, y que también hay vida en el banco de suplentes. Ginóbili tomó una decisión y vivió con ello, sin dudar y sin titubear. Se puso el equipo al hombro y volvió por más. Porque así son los valientes, porque a ellos el mundo les pertenece. 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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