Informe

Brasil, la amenaza para la Liga Nacional

23:55 27/06/2019 | El país vecino, con su cambio de reglas y posible aumento de equipos, se convirtió en un destino más que probable para varios argentinos. Causas y consecuencias.

Romano, Santander, Balbi, Faggiano, Casalánguida, Schattmann
Desde hace varios años, cuando la Liga de Brasil se tornó organizada y cambió su estructura competitiva, en Argentina se vivió como una situación amenazante que podría provocar un éxodo. Brasil estaba en la cresta de la ola como país, con Lula como líder global y se esperaba un crecimiento de los vecinos que, desafortunadamente, nunca ocurrió. 
 
Hoy, aunque ambos países están en crisis económica, la realidad de Brasil es diferente, con una inflación de 3.8% durante 2018 y un tipo de cambio que, si bien también se mueve con cierta brusquedad, no genera el terremoto que sí provoca en Argentina. 
 
Para la temporada 2019/20, la amenaza brasileña parece volver a instalarse. Ya se habían ido allí en los dos últimos años jugadores argentinos (Balbi, Figueroa, Sahdi, Caferatta, Ruiz), pero ahora parece que podría provocarse una mini corrida. Lucas Faggiano firmó en Baurú, Nico Romano lo haría en el mismo equipo, Schattmann está cerca de Franca y unos cuantos más están en la mira, a saber: Basabe, Elsener, Luciano Gonzalez, Leandro Vildoza, Gerlero, Machuca, Vega, Brussino, Gamboa, Gramajo, Guido Mariani, Cuello, Cosolito, Aguerre, Figueroa, Tabarez... También entrenadores, como por ejemplo Hernán Laginestra (¿Vasco da Gama?). El próximo coach de Minas Tenis casi con seguridad será un argentino: Nico Casalánguida o Silvio Santander.
 
La lista podría ampliarse a casi cualquier argentino sin contrato firmado, porque Brasil, desde la 2019/20, habilitará un extranjero más por equipo (de 3 a 4) y también aumentaría la cantidad de clubes de 14 a 18 (se agregarían Unifasisa, Sao Paulo, Pato Branco y Campo Mourão), lo que devengará en una necesidad de fichajes en donde los argentinos cierran perfecto: buenos, más baratos que los norteamericanos, más adaptables y más cercanos. Y, por acuerdos del Mercosur, encima, más fáciles de contratar por la simplicidad de la visa de trabajo, muy distinta a la de los yanquis. 
 
¿Por qué se van los argentinos allí? Primero, por una cuestión económica. O de seguridad económica, para decirlo bien. Diez meses garantidos, con mejor cobrabilidad que en Argentina, más allá del libre deuda. En lo deportivo, la NBB 2019/20 será más o menos similar a la argentina, aunque si este éxodo se produce, hasta podría ser superior. Se juega menos, y se viaja mejor. Brasil es más grande, pero los clubes están más concentrados: 3 en Río, varios en el área de San Pablo y otros más alejados, pero con buenas conexiones aéreas. La mayoría de los jugadores argentinos nombrados tienen 30 o más años. Piensan, también, en alargar su carrera. En Argentina, con el desgaste de los últimos tiempos, la acortan. 
 
En ese esquema, el panorama de la Liga argentina se torna complejo. La realidad del país le juega muy en contra en una competencia con gran cantidad de extranjeros. El club que en agosto de 2018 pensó su plantel tenía un dólar de 28 pesos y, un mes después, de 39. Hoy está 43, ¿cuánto estará en setiembre, o diciembre, o febrero de 2020, con elecciones presidenciales en el medio? ¿Que Liga 2019/20 tendremos? La 2018/19 fue complicada, con pocos equipos al día en los salarios. Con el país y el dólar inestables, ¿qué clubes ficharán extranjeros de calidad? ¿Qué nivel de extranjeros vendrán entonces? ¿Cómo se completarán los planteles? ¿Cómo se reemplazarán las fichas de los que se vayan a Brasil? ¿Con jóvenes? ¿Cuántos jóvenes de nivel hay para jugar? 
 
La realidad es que esa complicación se la han generado los propios clubes. Sinceremos las posiciones. No hay jugadores argentinos para una Liga de 20 equipos. Para una Liga de élite, claro. Si no ponemos parámetros, podríamos jugar una Liga de 118 equipos (sumando A, LA y Federal), porque si el objetivo es expandir clubes por todo el país sin buscar la excelencia...
 
Con esto vamos al punto central: la Liga Nacional no resiste más 20 equipos. Hagamos una cuenta simple. Para 20 equipos se necesitan 200 jugadores. Para una de 16, 160. Cuarenta jugadores menos. Entonces, esos 40 que hoy son parte, podrían estar mejor repartidos. El talento hoy está diseminado sin razón. Lo mismo (peor), con la Liga Argentina. Porque esos 4 clubes que sobran en la A deberían estar, y hacer mejor, a la LA. Pero no solamente no ocurre eso, sino que hay otros 28 equipos que deben completar sus plantillas. ¿Con qué jugadores? Así, el nivel general se resiente cada año más. La tarea de expandir el básquetbol en la Argentina no es de la Liga Nacional. Es de la CABB. La Liga debe pensar pura y exclusivamente en ser la mejor Liga posible. 
 
Fabián García / [email protected]
En Twitter: @basquetplus

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