La Liga 2016/17

Belza: "Richotti es un fiel ejemplo de trabajo en la Liga"

10:12 17/05/2017 | Compartimos la palabra de Santiago Belza uno de los asistentes de Marcelo Richotti en Peñarol a lo largo de la temporada 2016/17.

Belza fue el scouter de las individualidades de los jugadores rivales (foto: Prensa Peñarol)

Trabajar en el club del cual es hincha y en lo que a uno le gusta hacer. No debe haber algo mejor para alguien que tiene sangre azul y blanca y es entrenador de básquet. Santiago Belza, quien "nació" en Peñarol, tuvo la posibilidad de ser asistente de Marcelo Richotti, ídolo suyo y del Milrayitas, en la temporada que acaba de finalizar.

El camino tuvo un montón de condimentos. Fueron los últimos pasos de Leo Gutiérrez; su equipo de Liga de Desarrollo jugó lindo, ganó, ilusionó y se quedó en las puertas del Final Four y el de Liga Nacional tuvo un andar irregular por varios factores, pero cerró con una sonrisa enorme al ganar el clásico a pesar de las bajas de Alejandro Diez, Nicolás Zurschmitten y Jerónimo Barón.

- Se terminó una temporada que tuvo muchas cosas como para considerarla intensa desde lo afectivo para vos.

- La verdad que sí. El principal factor fue volver a Peñarol, club que es mi casa, donde aprendí a jugar al básquet y me acercó a mis afectos porque veía todos los días a mis amigos y pasábamos mucho tiempo en familia. También, me di el gusto de trabajar con Marcelo Richotti, mi ídolo de la infancia. Y además se retiró Leo Gutiérrez, otro ídolo del club, alguien al que como hincha siempre quise. Si juntás todo eso, te da como resultado una temporada emotiva.

- Además, el andar del equipo también la hizo especial.

- Sí, porque en algunos momentos no la pasamos bien. Sufrimos cosas que sabíamos que podían pasar pero no las esperábamos. La temporada también tuvo muchas emociones negativas, pero yo tengo memoria selectiva y elijo quedarme con las cosas buenas. Hicimos lo que pudimos con lo que teníamos en cada etapa, en la Liga Nacional y en la Liga de Desarrollo, donde en el final sufrimos. Me enfoco en lo positivo, en lo que sí hubo y en lo que sí se pudo hacer más que en lo que nos faltó.

- ¿En qué creciste en lo profesional al lado de Leo Gutiérrez?

En un montón de aspectos. Primero y principal fue un desafío para mí estar en la A, ya que el año pasado había trabajado en el TNA. Leo es un ejemplo de cómo es el trabajo en la Liga A. Fue súper exigente como siempre, con él mismo, con sus compañeros o con el cuerpo técnico. Me llevo de él esa parte, la de querer ser siempre competitivo, aún sabiendo que era su última temporada. Además, cuando perdíamos era el primero en dar la cara por todos.

- ¿Y qué aprendiste de Richotti?

- También es un fiel ejemplo de trabajo en la Liga A. Me llevo muchas enseñanzas porque con él compartí mucho más tiempo. Me llevo aprendizajes en lo táctico, en el juego, recomendaciones que me hacía para la Liga de Desarrollo. Estoy muy agradecido.

- ¿Cuál fue la función tuya como segundo asistente?

- Estuve abocado al scouting individual de los jugadores rivales, sus puntos en contra y a favor. Marcelo Macías se encargaba un poco más de la parte grupal. También estuve más cerca de los Juveniles, por la Liga de Desarrollo más que nada, aunque todos estuvimos cerca de ellos para corregirlos o inculcarle hábitos.

- Y además fuiste traductor, incluso en el curso de reanimación cardiopulmonar, en la conferencia de prensa de Leo y en su último discurso.

- Sí. Asumí ese rol. Estudié traductorado y me gusta, por eso tengo facilidad. Además me encanta y me tocó trabajar en el exterior y sé lo incómodo que es estar en un lugar y no tener a alguien que te explique qué está pasando. Siempre que podía, interpretaba para los extranjeros. Los idiomas son mi otra pasión junto con el básquet.

- ¿Cómo será tu futuro inmediato?

- Siempre toca esta parte de evaluación, de introspección, de ver qué pasó y qué se hizo en la temporada. Hacer un poco de ingeniería y ver por qué pasaron ciertas cosas. En esta época me gusta ponerme a mirar nuestros partidos y revisar lo que hicimos bien y lo que hicimos mal, tanto en Liga como en Liga de Desarrollo. También tengo planificado un viaje a Estados Unidos para visitar universidades e ir a clínicas y voy a hacer el máster de scouting y edición de video de la CABB. Siempre estoy tratando de aprender algo nuevo. Creo que si vos le pedís a los jugadores que trabajen en el receso sobre su juego, nosotros tenemos que hacer lo mismo. No podemos ser menos porque sino nuestro discurso no sería coherente. Sé que tengo que aprender cosas y seguir perfeccionándome.

- La Liga de Desarrollo fue más corta pero igual de intensa y fuerte. ¿Qué objetivos se plantearon con la dirigencia en el inicio?

Nos propusimos que los chicos siguieran creciendo y que aportaran en la Liga cuando les tocara entrar. Un caso aparte fue el de Jerónimo Barón, porque fue el único Sub 23 que jugó, y en él buscábamos que bajara para buscar confianza ya que en la A no había podido mostrar todo lo que puede hacer. Una vez que empezamos se fueron dando varias de esas cosas, como también la de respetar las posiciones en las que van a jugar a futuro si llegan a ser profesionales. Richotti me dio libertad para jugar, pero yo tomé todas las cosas de la Liga A en cuanto a reglas defensivas, ofensivas y sistemas, para que hacer las cosas en la cancha fuera fácil y los chicos no se confundieran.

- De todas maneras, siempre es lindo ganar.

- Sí, obvio. Eso es lo que más entusiasma a la gente y a los dirigentes, pero a nosotros no nos preocupaba la posición en la que nos encontrábamos o a dónde podíamos llegar. Traté de evitar que fuera un tema de conversación en el equipo para no desviarnos del objetivo principal. Empezamos con un ritmo muy alto de partidos. En enero y febrero jugamos mucho. Trasladamos rápido el crecimiento de los chicos a la Liga, porque por ejemplo estuvo aquel partido de "Juani" Marcos contra Quimsa, Barón comenzó a tener más minutos antes de que él se lesionara, e incluso fue titular.

- Había mucha ilusión y no se pudo con Ferro. ¿Cómo evaluás el cierre?

- En ese momento se dio algo inverso a lo del inicio, porque bajamos el ritmo de competencia y tuvimos que esperar mucho para ese partido. Además llegamos con lesionados y con poca cantidad de entrenamientos porque no quise sobrecargarlos ya que estaban entrenando ya con sus categorías, con la Liga Junior y con la técnica individual. Con Ferro se dio un partido parejo y creo que las bajas de Juani y Jero se sintieron, aunque no me gusta poner excusas porque les jugamos bien con lo que teníamos y estuvimos cerca de ganarles. No pudimos pasar al Final Four, pero entre Marcos y Joaquín Valinotti jugaron 400 minutos en Liga Nacional y eso es sumamente útil para su desarrollo. La segunda parte se daría si estos chicos tienen continuidad en el equipo que se arme en la próxima temporada.

- ¿Creés que tanto ellos como Tomás Monacchi y Vittorio Fazzini pueden dar una mano?

- Sí, pero todo depende del plan que tenga el club, del plantel que armen y de los objetivos que se tracen. Yo los veo con potencial. No es mi opinión, es lo que demostraron. Pueden entrar a la cancha y darle cosas al equipo. Richotti tuvo esa voluntad de ponerlos y no que jugaran minutos "basura". Además tuvimos lesiones que los hicieron tomar más responsabilidades. 

 
Fuente: 
Prensa Peñarol

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