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En el último partido de la fase regular, Argentina intentará potenciar lo que por ahora viene siendo un buen torneo para los dirigidos por Nicolás Casalanguida. En frente, aparece un Colombia que, en otra escala, también está dejando una buena imagen en el certamen, con una interesante combinación de experiencia y juventud.

Hasta el momento, Argentina no solo está cumpliendo con las expectativas, sino superándolas, más allá de la debilidad de algunos de sus rivales. El equipo se ha acoplado rápidamente y está desplegando un básquet tan efectivo como vistoso: defiende duro, es atlético, anota en transición y tiene un gran juego de pases en la media-cancha, ayudado por su repertorio de tiradores certeros.

A esta altura, es imposible quedarse con una figura excluyente en el plantel argentino, sino que todos están aportando lo suyo en los minutos que les toca ver. Los más experimentados y los más nuevos. La rotación es profunda y esto queda marcado por el hecho de que su máximo anotador, Leonel Schattmann, solo promedia 11,7 tantos. Argentina tiene variantes y está sabiendo como utilizarlas.

Luego de dos rivales de menor nivel como Perú y Chile, Colombia presenta un desafío similar a lo que fue Uruguay en el debut. Los colombianos tienen marca de 2-1 y están mostrando un buen rendimiento defensivo (le permiten 60 puntos a sus rivales), compensando con un Stalin Ortiz que sigue quemando redes (23 puntos de media).

Lo más importante de Colombia, igualmente, pasa por sus internos y su potencia en los rebotes: están promediando 14,3 tableros ofensivos por encuentro, más de 5 por encima de la media de Argentina (9). Hinestroza, Hernández y Pérez son pivotes que le darán una buena prueba a los hombres grandes argentinos, quienes deberán estar concentrados e intensos para evitar sorpresas.

En cuanto a la relevancia del partido, para Argentina representa la chance de asegurarse el primer lugar en caso de ganar (si pierde también puede ser primero, pero dependería de lo que haga Uruguay). Para Colombia, por su parte, un triunfo lo dejaría como mínimo en semifinales y por ende, con el ansiado boleto a la División A de FIBA Américas, en sus manos.

Está será la 22° ocasión que estos equipos se enfrentan en un Sudamericano. Por ahora, Argentina ha ganado los 21 enfrentamientos previos, siendo el último de ellos el disputado en el 2012, en Chaco. Dicho choque terminó con victoria albiceleste por 87 a 68.