Selección Argentina

A 25 años del oro en los Juegos Panamericanos de Mar del Plata

11:54 25/03/2020 | En los juegos disputados por primera vez en la ciudad balnearia, el equipo argentino derrotó a Estados Unidos en la final y se subió a lo más alto del podio.

Argentina festeja el oro: Wolkowyski, Espil, Aragona, Racca y Maggi (Foto El Gráfico)

Puede sonar ilógico, pero un equipo que ya había sido campeón del mundo 45 años antes, nunca había podido ganar un torneo que a priori resulta más sencillo en comparación como lo es un Juego Panamericano. Podemos estar hablando largo y tendido acerca de las politicas que llevaron al equipo argentino a no poder pasar del segundo escalón del podio en una gran cantidad de oportunidades, pero eso puede quedar para otra ocasión.

El 25 de marzo de 1995, el seleccionado argentino se quedaba po primera vez con la medalla de oro en un Panamericano, en el Polideportivo Islas Malvinas de Mar del Plata, estrenado para esa ocasión y luego testigo del multicampeón Peñarol una década después.

Pero el camino no fue color de rosa desde el inicio. Pocos días antes de arrancar la preparación para el torneo, Guillermo Vecchio no pudo completar una preparación acorde a lo que significaba este torneo y se armaron solo dos amistosos en La Rioja para darle rodaje a sus jugadores, que eran todos integrantes de equipos de la Liga Nacional. El equipo venía de un Mundial en 1994 duro, que terminó bien pero empezó muy mal, y con el agregado de la figura nacional del momento, Esteban De la Fuente, más el retorno de un histórico como Diego Maggi. Ah, también debutaba en la mayor un pibe que pintaba bien y que, con el correr de los partidos, cada vez se fue ganando más minutos: Fabricio Oberto.

Otro momento que marcó la preparación y las dificultades que tuvo que atravesar Argentina para poder llegar en condiciones, fue la baja de Hernán Montenegro. El Loco había tenido problemas por temas de la preparación poco acordes para un equipo profesional (alojamiento, comida, etc), por lo que renunció y quedó afuera de la cita panamericana. 

Ya en el juego concreto, el destino decidió que el primer rival fuera Estados Unidos. Un equipo del que nunca hay que confiarse, aunque presente un equipo repleto de desconocidos. En este caso, el plantel norteamericano estuvo integrado por basquetbolistas de la Continental Basketball Association (CBA), la segunda división detrás de la NBA en esa época. 

La pelea por una medalla era el gran objetivo que tenía Argentina y así lo demostró desde el primer juego, disputado el 19 de marzo, en el que venció a Estados Unidos en un partido que desbordó de emoción y que terminó 68 a 67 para el anfitrión (27 puntos de Espil). Luego llegaron tres juegos en los que la selección sufrió en dos: 83-81 a Uruguay (20 de Osella), 90-80 a México (21 de Espil) y 87-86 a Puerto Rico (21 de Espil). Ganarle a Puerto Rico era algo inusual en esa época, ya que los boricuas eran dominadores de América junto con Brasil, Canadá y, obviamente, Estados Unidos. 

En el último partido de la fase de grupo ante Brasil fue el momento en el que equipo se dio cuenta de que podía dejar de lado los finales cerrados. Derrotó a los vecinos por 95 a 75 (22 de Espil) y cerró su zona invicto, demostrando un gran carácter para afrontar juegos complicados y en los que pudo funcionar a la perfección en todos los aspectos. A esta altura del torneo, Argentina tenía algunas figuras muy visibles: Juan Espil, el jugador fetiche de Vecchio en toda su etapa como entrenador de la selección, y un muy mejorado Diego Osella en relación a torneos anteriores. Osella completaría un 1995 fabuloso con un Preolímpico, 5 meses después, de altísimo nivel.

En semifinales, Argentina debió cruzarse otra vez con Uruguay. En el segundo juego entre ambos, la historia fue totalmente distinta a la primera, y el elenco local pudo imponerse ampliamente por 90 a 74 (26 de Espil) y así obtener la clasificación a la final de un Panamericano por tercera vez, habiendo perdido las dos primeras con Estados Unidos en 1951 y 1955. Y el rival esta vez era nuevamente el equipo norteamericano.

Con el resultado fresco que habían conseguido seis días antes, Argentina sabía que, esta vez, ganarle a los norteamericanos no era imposible. Y no lo fue. Argentina se quedó con la final por 90 a 86 (22 de Espil) y por primera vez con el oro panamericano, con un equipo al que le sobró carácter y espíritu.

En el plantel estaban Marcelo Milanesio, Juan Espil (goleador del torneo), Esteban Pérez, Luis Villar y Diego Osella, Esteban De la Fuente, Jorge Racca, Diego Maggi, Gabriel Cocha, Cristian Aragona, Rubén Wolkowyski y Fabricio Oberto. Estos últimos dos posteriormente serían subcampeónes mundiales en 2002 y campeónes olímpicos en 2004.

Este torneo también podría catalogarse como el salto inicial para el seleccionado, que salvo algunos (pocos) Sudamericanos, no había vuelto a ganar nunca un torneo continental desde aquel Mundial de 1950. Claro que nadie se esperaba lo que se venía pocos años después.

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