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Los Fernández y la selección, un legado que lleva tres generaciones

16:29 09/04/2022 | Julia se encuentra jugando en la Selección Argentina U18 y viene de una familia que lleva la celeste y blanca en la piel y una medalla de oro en el pecho con Gabriel.

Rubén, Gabriel y Julia Fernández, una familia teñida en celeste y blanco.

Siempre se habla de jugadores de selección, y en este caso podemos decir que ya es una familia de selección. Los Fernández están haciendo historia, dado que Julia, integrante del seleccionado argentino U18 que está jugando el Sudamericano, es la tercera generación de una familia que tiene al Rubén, el Sordo, como el primer exponente, a su hijo, Gabriel, como el ganador del Oro Olímpico, y ahora suma a su nieta como un nuevo orgullo nacional.

La familia no se perdió un partido de la Selección Argentina en este Sudamericano y para Julia es una razón más para motivarse. “Para mí es un orgullo total, un sueño cumplido vestir esta camiseta, y poder compartir todo esto con mi papá. Y el hecho de jugar de local hace que sienta más su apoyo ya que los tengo siempre en la tribuna apoyándome”.

A su vez, agregó sobre este paso en la selección: “Lo estoy viviendo al máximo, disfrutando cada partido, cada entrenamiento, y tratando de llevarme lo mejor de todo”.

Un nacimiento prematuro, con el Oro Olímpico bajo el brazo

Julia tiene una especie de conexión con la camiseta Argentina, ya que nació justo el día anterior al comienzo de Atenas 2004. “Julia nació el día anterior al doble de Manu contra Serbia y Montenegro, el 14 de agosto del 2004. Me acuerdo porque venía en el colectivo y ella nació sietemesina. Fueron dos meses antes, me preocupé muchísimo porque era el día anterior a empezar los Juegos. Después bueno, me contaron una parte de la historia, como que estaba bien y estuvo 30 días internadas, pero ella quería vernos campeones y ya ser parte del mundo. Así que nació un día antes que comience todo. Lleva el básquet en la sangre, es fanática de seguirme a mí, mis últimos años en la carrera, mi parte como entrenador y hoy que estoy de afuera, una pasión tremenda por el básquet, por jugar al aire libre los fines de semana, como cualquier adolescente que tiene una pasión por le básquet” recordó Fernández.

18 años después, la propia joven es la que tiene la camiseta puesta y su familia la sigue desde la tribuna. “Lo estamos viviendo con mucho entusiasmo, realmente contentos porque se ganó un lugar en la Selección Argentina. Para toda la familia es algo muy importante, que nos ha dado muchísimo, más que nada jerarquía, y después la posibilidad de mostrarse, para que los clubes te contraten” explicó Gabriel.

La Selección Argentina como prioridad ante todo

Rubén, más conocido como el Sordo, fue un pivote que se puso la camiseta celeste y blanca en cinco torneos, siendo el primer el Sudamericano de 1977 y el último el Preolímpico de San Pablo de 1984. Por su parte, Gabi tuvo un largo paso de 19 años, que comenzó en 1995 con el Sudamericano y culminó con el cuarto puesto en el Mundial de 2006, siendo parte de la Generación Dorada como un interno importante dentro del equipo.

Tantos años con el equipo nacional muestran el amor por la camiseta de la familia, tal cual contó Gabi. “En mi caso individual siempre fue una prioridad, y para Julia también. Discutimos un poco con ella el jugar la Liga Nacional para Ferro o entrenar con la selección, porque yo pensaba que tenía que terminar su temporada con Ferro, en la Liga Nacional y teniendo minutos, y ella quería jugar en la selección y enfocarse en el Sudamericano. Creo que lo está haciendo muy bien, arrancó muy bien su carrera y todavía tiene muchísimo por delante”.

Para Julia el básquet no es solo un deporte y quiere seguir creciendo, y en eso Gabriel es clave. “Él me apoya y me aconseja mucho, siempre tiene las palabras justas para mí. Por supuesto que está muy feliz con mi convocatoria, siguiendo mis pasos y ayudándome en todo siempre”.

A su vez, el propio exjugador contó que toda la familia la ayuda en todo para que logre su sueño. “Sabemos que como está el básquet a nivel nacional, y lo que es el básquet femenino a nivel mundial es distinto y el objetivo de Julia, ya charlado con la familia, es poder vivir del básquet, que el básquet la pueda mantener, que pueda progresar y hacer una diferencia. Sabemos que es un objetivo ambicioso, pero es un sueño para ella y algo que la familia apoya y hacemos todo para que pueda terminar el secundario y siga estudiando tranquila, sin tanta exigencia, apostando como prioridad al deporte. Así que acá desde la familia más cercana, mis viejos y mis hermanos, que somos fanáticos del deporte, también apostamos como proyecto a que ella pueda seguir mejorando”.

Y a pesar de todo, los Fernández siguen apostando por el país. “Siempre para nosotros, al menos a nivel familiar, teniendo la posibilidad de haber vivido afuera, elegimos Argentina. Julia llegó al país hablando italiano cuando era chica, así que teniendo esa posibilidad siempre elegimos a Argentina. Hoy, en un momento difícil del país lo seguimos eligiendo”.

Un torneo de presentación y un constante aprendizaje

La familia la sigue a todos lados y Gabriel, en especial, la apoya y aconseja en base a su gran experiencia. “Uno lo que trata es que ella no entre en las situaciones de estrés que uno entró, que pueda ser perjudiciales a su juego y por ahí detenerla en el progreso. Le vas explicando cosas que también igualmente son inevitables que las viva, porque es el proceso natural del ser humano”.

Pero tiene claro que ella tiene que aprender por sí misma y sus propias vivencias. “Uno tiene que vivir situaciones, vencer barreras de miedo y de ansiedad, para después estar en el lugar que corresponda en el momento indicado. Así que muchos consejos que uno le da sabe que va a cometer el mismo error que cometí yo, porque también lo hice y así y todo llegué muy alto con el deporte, así que los consejos que le doy tiene que ver con eso y las sensaciones. Creo que ella en ese sentido viene jugando en primera de hacer muchos años, con 14 ya estaba en la primera local”.

En ese contexto, lo que remarca Gabriel es el disfrute ante todo en el básquet. “Estamos realmente contentos en la familia y disfrutando, que es lo que le digo, que tiene que disfrutar el juego, tomándoselo en serio, pero disfrutar, porque si uno se olvida que esto es un juego, ya entran un montón de cosas en la situación mental donde todo se complica”.

Alejandro Malky / [email protected]

En Twitter: @basquetplus

 

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