Informe

Cola de NBA o cabeza de Euroliga

09:22 04/12/2022 | La salida de Facu Campazzo vuelve a poner esta disyuntiva histórica en primer plano, aunque con los términos aggiornados.

Campazzo, Vildoza, Bolmaro y Deck llegaron a la NBA entre 2020 y 2021 con muchas ilusiones, que no se concretaron

Las dos últimas temporadas han sido muy especiales para los argentinos y la NBA. Cuando en el 2018 Manu Ginóbili se retiró de los Spurs tras 16 temporadas de una carrera brillante, la Argentina se quedó sin representantes justamente después de 16 años y ese vacío hizo que se esperara con ansias una vuelta a la élite de un argentino.

Pasaron dos temporadas y eso generó que la llegada de Facundo Campazzo en el 2020 fuera tomada con exagerada ilusión, sin entender que la realidad de nuestro país con la NBA había cambiado. La generación de Manu, Scola, Nocioni y demás tuvieron un acceso a la liga norteamericana en base a un peso propio en un momento en donde físicamente tenían todas las características que necesitaba la NBA. 

La situación no es más esa. Por muchas razones. Pongamos el foco en los 4 jugadores argentinos que tuvieron una experiencia en la NBA en estos dos años. De Campazzo ya hablamos mucho, pero repetiremos lo central. Facu en la NBA tenía que revertir una desventaja física con otras cualidades, que no pudo demostrar. No fue sólido en el tiro de tres puntos, y ese fue su problema insoluble. ¿Podría haber tenido espacio en otro equipo? Difícil. La NBA de hoy no es la NBA de Ginóbili. Tiene otra velocidad y otra injerencia del tiro de tres puntos. 

Segundo caso: Gabriel Deck. El santiagueño llegó forzado al final de la 2020/21, a un equipo como OKC con un plan difícil de entender para el mundo FIBA, con un proyecto a largo plazo en donde los jugadores son piezas de cambio para un objetivo que solo conocen los dirigentes, y donde Deck fue simplemente una prueba que no salió. Gaby, además, nunca pudo adaptarse a un sistema totalmente diferente al de Europa: lejano en lo humano, lejano en lo social, con un idioma hostil, y con costumbres, en definitiva, que lo alejaron en lo deportivo.

¿Es Deck jugador NBA? Físicamente puede. También tendría que mejorar mucho el tiro de tres, pero lo principal es que no parece estar hecho para soportar lo que implica la NBA fuera de la cancha. Tras la experiencia, para Deck no hay dudas: su felicidad no está en Estados Unidos. Y el dinero no paga ese sufrimiento. 

Luca Vildoza es un caso distinto. De los que hemos mencionados, es el más hecho para la NBA. Tiene altura, físico, tiro excelente, magia, talento, carisma. Tiene todo, pero necesita quizá unos mimos que la NBA no regala habitualmente. Una seguridad que no da. Lo que Luca probablemente no tiene es la dureza mental para esperar una chance. Basquetbolísticamente lo tiene todo. Pero también su felicidad está en Europa. 

Leandro Bolmaro es el único que quedó en la NBA y el último ejemplo, también distinto. Bolmaro tiene la cabeza para bancarse el duro proceso de adaptación, de no jugar, de ser traspasado, de ir a la G-League y volver. Todo. Dejó al Barcelona en un momento de crecimiento y probablemente es el único de los 4 que ve su felicidad más en la NBA que en Europa. El problema es que no está pudiendo hacer pie y ya Utah renunció a su tercer año en la NBA. ¿Seguirá intentando quedarse aunque no juegue o también volverá a Europa?

Nico Laprovittola dijo algo muy sabio en estos días al reconocer que no es un momento para los argentinos en la NBA. El punto es aceptarlo sin dolor. Porque quedó demostrado que pertenecer a la NBA tiene más de una mirada. Una es hacerlo siendo parte protagónica de un equipo y otra es mirando los partidos desde afuera. La NBA no desarrolla jugadores que no juegan. Sí crecen los que tienen minutos. El punto es ir cuando los llaman, algo que no está ocurriendo ahora. Aceptar la realidad y aprovechar lo que mejor se presenta, que para 3 de estos 4 es la Euroliga. No es poco.

 

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