Historias

El secreto detallista de Vecchio que desembocó en la Generación Dorada

20:43 10/03/2022 | El entrenador estuvo al frente de las formativas argentinas del 87 al 97 y para saber dónde tenía que buscar los jugadores, ideó un plan que no le falló.

Guillermo Vecchio, pieza importante de la Generación Dorada

Entre los muchos lauros que tiene Guillermo Vecchio en su carrera como entrenador, el principal no es un título si se quiere ver así, sino que fue descubrir a la mejor camada del básquetbol argentino e ir moldeándolos para la etapa profesional. Se lo puede considerar el padre de la Generación Dorada o bien el que formó el gen para que esos chicos se dieran a conocer, aunque sus talentos innatos muestran que sus destaques iban a llegar tarde o temprano, pero si se los entrenaba o concientizaba desde chicos, mejor.

En el programa denominado “El Alargue del fin de semana”, conducido por Leonardo Gentili, charló con Guillermo Vecchio y como era de esperarse le consultó por su parentesco con la Generación Dorada del básquetbol argentino. Para ello, el coach oriundo de Lanús, hizo un preámbulo de lo que era su trabajo al frente de las formativas: “Tuve la gran fortuna que del 87 al 97 manejar todas las selecciones menores. A mí me gustaba estar en la misa, en la procesión, tocar las campanas, pero más que nada me gustaba estar encima, estar en el día a día con todo el staff”

La cuestión allí era lo normal relativamente para un proyecto, pero su ambición y su visión fue más allá, recurriendo a un instituto nacional donde estaban los informes de las familias inmigrantes que llegaron a la Argentina.

“Todo comenzó con una locura que fue ir al INADI (sic) para saber cómo se fue poblando la República Argentina de acuerdo a los inmigrantes. En base a eso, apuntamos mucho hacía donde se habían radicado los alemanes, gente del este de Europa para buscar las estaturas y por eso viajábamos tanto a Chaco, a la Patagonia, especialmente al noreste de nuestro país de donde salieron los Wolkowyski, Simoni, Jovanovich, un montón de jugadores que fuimos bajando”.

Ese plan le permitió detectar buenos valores no tan vistos, aunque hubo uno que se destacó solito según Guillermo y a otro lo conocieron en un argentino y lo metieron rápidamente en la selección mayor: “El único jugador de Capital Federal que sobresalió desde los 13 años fue Luisito Scola, de la gente grande. A Oberto lo sacamos de un juvenil, era el jugador número nueve de un seleccionado de Córdoba y lo vimos una tarde en el Microestadio de River y lo metimos en la selección mayor”

Para finalizar su exposición sobre cómo trabajo en aquella época referida al gen de la Generación Dorada explicó: “Juntábamos 200 jóvenes, teníamos un cupo entre ocho y diez jugadores de cada provincia y obviamente que Tierra del Fuego no tenía tanta cantidad y lo compensamos con más de Santa Fe o Córdoba. Luego decantábamos de todos esos a 20 jugadores y le dábamos seguimiento todo el año, había una política deportiva sobresaliente con un lineamiento y se le daba bolilla al deporte. Teníamos la oportunidad de jugar muchos partidos, hicimos giras por Rumania, Bulgaria, lugares donde las selecciones argentinas no iban hace muchísimos años y eso nos ayudó mucho a ganar la medalla de Bronce en el mundial”

“Todas cosas muy detallistas como lo del Sudamericano de Oruro, preparándonos en Mina Aguilar y ganando la final por veinte. Con estas cosas inculcamos a los chicos el sacrificio de entrenar y esforzarse para progresar”, agregó para concluir su visión sobre su trabajo en la formación de jugadores, basándose en el trabajo de campo, pero también en el día a día porque como el propio Guillermo lo afirma y alguna vez lo dijo el Presidente Perón “el ojo del amo, engorda el ganado” y para Vecchio el secreto estuvo en el trabajo constante.

Mauro Osores / [email protected]
En Twitter: @basquetplus

 

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